domingo, 11 de septiembre de 2011

La pintanga


                         

 La  Pitanga, conocida como Grosella de Méjico, cereza de Cayuna y  también por otros muchos nombres más; es un árbol que ramifica bastante bien, y puede alcanzar de cuatro a cinco metros de altura, son sus hojas perenne muy frondosas, ovaladas y de  un brillo muy especial, con bordes bien formados, sus pecíolos son de entre dos a cuatro centímetros de longitud.
    
      Su flores son blancas formando ramilletes y tiene lugar en los extremos de las ramas y es una floración muy prolongada tal que se les pueden estar cogiendo frutas maduras todo el verano y el  otoño, es decir, cosecha continua durante seis meses, que como pueden apreciar en la foto adjunta, cuatro tandas diferentes que vendrán sus frutas en fechas  muy distantes, su fruto son unas vayas de formas moduladas con un pequeño hueso en el cetro de esta y son como pueden observar en la foto adjunta.

      En el centro  de la foto hay un ramillete de florecillas muy pequeñas y  son blancas, a la izquierda hay una fruta inmadura de color  rosa y a la derecha hay una de color amarillo que también es inmadura y otra color negro, esta ultima es del color que ha de tener cuando se encuentra la fruta en su plena maduré y su tamaño es entre  uno y tres centímetro de diámetro.

La foto que adjunto, la conseguí en Viveros Canaria de Vélez Málaga  gracias al comentario que me hizo un amigo, me hablaba de un árbol tan raro que las frutas parecían frambuesas que eran tan pequeñitas pero que estaban muy buenas, tal fue el comentario, que no me pude resistir, e ir a verlo y si fuese posible traerme una foto gracias que la conseguí. 

     Esta fruta es de un sabor tan exquisito, que su parecido entre los conocidos sabores como es el Litchi, la Frambuesa,  la Grosella o  la Mora, creo que haciendo una mezcla de todos estos frutos tan ricos podrimos encontrarle su parecido, porque yo las he degustado y me han sabido tan buenas que no supe encontrar un parecido que le iguale o se aproxime.

     Este árbol a pesar de su naturaleza, subtropical, se adaptan bien a lo climas tolerando ligeramente las heladas, para que lo entiendan mejor soporta temperaturas similares a las de los cítricos.

     No son muy exigentes en cuanto al suelo, tolera con facilidad casi todo tipo de terreno, pero si sus plantaciones se hacen en suelos arenosos  y de poco encharcamiento  entonce les darían un mejor rendimiento, en cuanto a cantidad y calidad de las frutas.

  Tampoco son muy exigentes en cuanto a riego, toleran bien los periodos de sequías, pero si se les  riega varias veces durante el verano, entonce crecen con todo su esplendor y el rendimiento seria de una mejoría muy notable.

     Este árbol es de un follaje tan vistoso que en muchos lugares se encuentra entre las plantas de los parques y jardines ya que se adaptan muy bien en instalación y recortado como setos.

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